(Dios Madre) La historia de la familia de Abraham
y la Madre -2
El factor clave para ser heredero es la Madre
Estudiemos por qué Dios escogió a Isaac como heredero de Abraham.
Primero, ni el padre de Eliezer ni su madre eran libres; ambos eran
esclavos.
Por eso Dios no le permitió ser el heredero de Abraham.
Segundo, el padre de Ismael era Abraham, y era libre; pero su madre Agar
no era una mujer libre, sino una esclava. Por esta razón Dios no
permitió a Ismael ser el heredero de Abraham.
¿Y qué pasó con Isaac? Su
padre Abraham era libre, y su madre Sara también.
Esta era la gran
diferencia entre Ismael e Isaac, y esta diferencia fue un factor clave
para escoger a Isaac como heredero de Abraham.
En aquellos días, el hijo mayor heredaba todos los bienes de una
familia. Ya que
Ismael era mayor que Isaac, él debía ser el heredero
según la línea paterna.
No obstante, Ismael no pudo ser el heredero de
Abraham, aunque era el hijo mayor.
Esto fue porque su madre no era una
mujer libre, sino una esclava. Este hecho revela que el factor decisivo
para un heredero es la madre.
La historia de la familia de Abraham no es tan solo la historia
familiar de un hombre. Como usted sabe, la Biblia no es un libro sobre
la vida de un hombre o de una familia. Sin embargo, Dios mencionó
repetidamente la historia de una familia.
En realidad, esta era una
sombra de lo que sucedería en el futuro.
La historia de la familia de
Abraham fue escrita como una profecía para mostrarnos quién sería
el
heredero de Dios.
Por lo tanto, mediante la historia de la familia de Abraham,
podemos entender claramente que el factor decisivo para escoger un
heredero es la madre.
Como Isaac llegó a ser heredero de Abraham
mediante Sara, su madre libre,
así también nosotros podemos ser
herederos de Dios mediante
la Madre celestial,
la mujer libre. Solo los
que crean en
la Madre celestial, la mujer libre
(los hijos que nazcan
por medio del nuevo pacto), podrán heredar el reino del Padre celestial.
Veamos un versículo más que testifica a la
Madre celestial.
Gá. 4:22-31 『Mas la Jerusalén de arriba, la
cual es madre de todos nosotros, es libre. […] Así que, hermanos,
nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el
que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el
Espíritu, así también ahora. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la
esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el
hijo de la libre. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava,
sino de la libre.』
La Biblia nos dice que no somos hijos de la esclava, sino de la
libre. Ismael no pudo heredar los bienes de su padre porque su madre
Agar no era libre, sino esclava.
Pero Isaac pudo ser el heredero de
Abraham porque su madre Sara era libre. Ahora,
la Biblia testifica que
nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa y de
la Madre celestial
que es libre.
Hoy en día, hay dos tipos de personas en este mundo: los que son
como Eliezer,
los que son como Ismael y los que son como Isaac.
El
primer tipo, los que son como Eliezer, son los ateos que no creen en
Dios Padre ni en Dios Madre.
El segundo tipo,
los que son como Ismael,
son los que creen en Dios Padre, pero no en Dios Madre.
El tercer tipo,
los que son como Isaac, son los que creen en Dios Madre así como en Dios
Padre.
Según lo que les sucedió a los tres candidatos de la familia de
Abraham,
¿quién puede ser heredero del reino de los cielos?
Los del
tercer tipo, los que son como Isaac. No hay duda acerca de esto.
¿A qué tipo de personas quiere pertenecer? Si quiere ser como
Isaac, debe ser hijo de la libre.
Esto quiere decir que tiene que
aceptar a la Madre celestial, la libre. La Biblia testifica este hecho.
Dios dijo: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”
(Os. 4:6).
¿De qué clase de conocimiento habla este versículo? Del
conocimiento de Dios. Debemos conocer que tenemos Dios Madre así como
tenemos Dios Padre.
Debemos aceptar a Dios Elohim. Y también, debemos
cree firmemente en que nuestra Madre es Dios, que nos da la salvación
junto con nuestro Padre.
Cuando sepamos esto, podremos decir que
conocemos a Dios, y no seremos
destruidos porque nos faltó conocimiento.
La Biblia testifica que el Espíritu Santo es Dios Ahnsahnghong y
que la Esposa es la Madre Jerusalén.
Aceptemos a Dios Ahnsahnghong, el
Espíritu Santo, y a la Madre Jerusalén, la Esposa, quienes nos dan el
agua de la vida en los últimos días, y entremos en el reino de los
cielos.